domingo, 19 de abril de 2009

El cuento que dio inicio a EL VOTO 33

Cuenta una leyenda que en un pequeño pueblo debían celebrarse unos comicios a fin dar poseción al titular de un determinado cargo. Los candidatos eran dos y la campaña había sido cruenta. El día de la votación, las urnas determinaron un empate entre ambos contendientes. La legislación no preveía tal caso, por lo que se decidió repetir la consulta. La nueva elección fue aún más dura que la primera. Se sabía incluso de determinados cambios de voluntades por lo que todo hacía prever que habría un vencedor. Sin embargo, los cambios de voto fueron igual en ambos sentidos, ya que nuevamente se produjo un empate.

La situación dejaba de ser pintoresca y la calma de aquel villorrio había devenido en un cuadro cuasi shakespeariano. Agotados los límites de la ley y la razón, se optó por una decisión salomónica: se realizaría una nueva elección, pero si una vez más ocurriera un empate, el ganador sería definido por aquel voto escrutado en el n-ésimo lugar. O sea, se sortearía previamente un número y, en el orden del escrutinio, el voto que se abriera en ese lugar, sería el decisivo.

Según la leyenda, la tercera votación fue nuevamente empate y "el voto número tanto" fue el que dio el triunfo al ganador. La historia no rescata qué número de voto fue aquel, pero sí se sabe que tanto contendientes como votantes acataron el pronunciamiento.

Más allá de compartir o no la singular decisión, ese "voto número tanto" fue un voto "mágico" rodeado de un aura de misterio, que arbitró de manera muy peculiar el otorgamiento de la llave de una pequeña parcela de poder.

Hoy, que celebramos un cuarto de siglo de ejercer en forma continua la soberanía a través del voto en nuestro país, queremos homenajear a la expresión de cada uno de los orientales en la figura del mencionado "voto número tanto" de la leyenda. Aprovechando otra particularidad: que nuestro Pago tiene por nombre un número, decidimos confluir la leyenda y la singularidad en la denominación "EL VOTO 33", pensando en que aquel número sería el del voto decisivo y que nuestro terruño y su gente serán siempre decisivos en la gestación de su propio destino.

Pero esa es sólo la justificación del nombre: EL VOTO 33. Ahora viene la justificación de la publicación. Pues bien, los tiempos son propicios para la creación de este ámbito, que pretende rescatar datos históricos y estadísticos que no son de uso corriente, al tiempo de tratar los temas electorales desde una óptica distinta. ¿Qué tiene de distinto? Que no es éste un ámbito periodístico tradicional y por lo tanto el tema es algo más que una noticia. Esa mezcla de información y pasión esperamos que redunde en algo que sea de utilidad para los uruguayos en general y para los olimareños en particular.

Lo que se publique en este blog, es libre de ser reproducido en cualquier otro medio, a condición de mencionar la fuente.

jueves, 16 de abril de 2009

Un aniversario muy particular

La vuelta de EL VOTO 33 se da en una fecha muy particular para mí, pues hace exactamente 20 años, ejercí el VOTO por primera vez.

Fue el 16 de abril de 1989 en ocasión del referéndum por la Ley 15.848, más conocida como Ley de Caducidad. También es recordado como "el voto verde" o "el voto amarillo" según el color de la papeleta que introdujo cada uno en el sobre en aquella ocasión.

La Ley de Caducidad fue votada el 22 de diciembre de 1986 y estableció una amnistía para los militares que hubieran cometido delitos durante la dictadura militar que por entonces muy recientemente había finalizado. Los opositores a la norma, comenzaron a juntar firmas para derogar la misma. Se debía reunir la rúbrica de 25 % de los habilitados para votar. Después de duros enfrentamientos entre quienes apoyaban la ley y quienes querían derogarla, el 19 de diciembre de 1988 se confirmó que se había llegado al número de voluntades necesario para someter la ley a referéndum.

El referéndum es un instrumento incluido en la Constitución de 1967 que implica someter justamtente "ad referéndum" del pueblo una ley votada por el parlamento y promulgada por el Poder Ejecutivo. El 16 de abril de 1989 se sometió a referéndum la polémica ley. Quienes querían derogar la ley, votaban la papeleta VERDE y quienes querían confirmar la ley, la papeleta AMARILLA. Finalmente, esta última opción resultó vencedora y la ley fue confirmada.

No obstante, dos décadas después de aquella expresión popular del Soberano, las heridas que dejó la dictadura militar no han cerrado y el tema sigue tan vigente como entonces.

La vuelta de EL VOTO 33

Hace cinco años, al comienzo de un ciclo electoral similar al que se avecina, le dimos vida a EL VOTO 33, una publicación digital sobre temas electorales que colgamos en la web y al mismo tiempo distribuimos por e-mail.

La tecnología (y la moda) nos ponen al alcance de la mano esta modalidad llamada Blog. Por ello elegimos esta vía para darle vida nuevamente a EL VOTO 33.

Con el mismo espíritu de la idea original, pero con la mayor interactividad que brinda el blog como herramienta, nos sumergimos en el clima electoral y comenzamos a nadar en el mar de información, conceptos, datos, estadísticas y personalidades que tienen que ver con éstas elecciones y con todas aquellas que han pautado la vida de nuestro Solar.